Creación - Evolución: posturas y evidencia
Las palabras creación y evolución despiertan emociones fuertes en muchas personas. A menudo, amargas controversias rodean estos términos. Como los sistemas de creencias de quienes están de cada lado difieren profundamente, los temas implicados están emocionalmente cargados. Esto es así además porque las personas han librado batallas acerca de lo que las escuelas públicas deberían enseñar acerca de la historia de la tierra, y también están emocionalmente cargados porque las personas de cada lado de los temas en discusión han entendido mal lo que aquellos que están del otro lado realmente creen y qué clase de personas son.
Evolución es un término muy amplio. Puede referirse a pequeños cambios biológicos que podemos observar, por ejemplo, los cambios en insectos a través de varias generaciones que los hacen resistentes a los pesticidas. Pero también se refiere al presunto desarrollo de gusanos, ranas y monos de un antepasado común en algún momento del pasado remoto. Partes de la teoría como los cambios observados en insectos, son compatibles con un punto de vista creacionista. Otras partes no lo son.
Creacionismo es una palabra cargada emocionalmente. Una gran variedad de personas se describen a sí mismos como creacionistas, y los metodos y conclusiones defectuosas de algunos de ellos han teñido el nombre. Debemos pensar en la evolución como una teoría que si bien no es aceptaba por el creacionismo, ha estimulado la investigación científica por más de un siglo.
Siempre es legítimo hacer preguntas dificiles: ¿Todas las partes de la teoría de la evolución están igualmente bien sustentadas? ¿Qué interpretaciones alternativas de los datos son factibles? ¿Es la lógica tan convincente como parece ser? Examinemos los puntos fuertes y también los puntos débiles de ambas explicaciones de la historia de la tierra y consideremos qué investigaciones nos ayudarían a contestar nuestras preguntas.
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