La oración (2 parte)

Satanás y la gente de oración.

La oración nos lleva a una relación más profunda con Dios, lo cual, precisamente, es lo que Satanás no quiere. Satanás, por lo tanto, se esfuerza por aniquilar nuestra vida de oración, o por lo menos hacerla menos efectiva. Las herramientas que usa incluyen: distracciones, tentaciones, pensamientos impíos, condenación, baja de animo, duda, temor, desesperación, etc.

Cuando oramos con frecuencia, esto atrae el poder de Dios a nuestra vida, resistimos al diablo (Santiago 4:7), permanecemos en actitud de guardia, (velando), con todo esto se desbarata la voluntad de Satanás en nuestra vida.

Podemos con toda certeza confiar en la oración, esto encuentra amplio respaldo en la escritura:

- Todo es posible para Dios. (Génesis 18:14)

- Dios es fiel y cumple sus promesas. (Salmo 91:4)

- Dios nos ama. (Jeremías 29:11-14)

- Dios se ha comprometido a contestar nuestra oración. (Jeremías 33:3)

- Dios desea darnos buenos regalos. (Mateo 7:7-11)

- Dios nos ha adoptado como hijos. (Gálatas 4:6-7)

- El Espíritu Santo nos ayuda. (Intercede por nosotros). (Romanos 8:27).

Cómo orar eficazmente.

La Biblia nos da claras instrucciones acerca de la manera de orar eficazmente:

- Apelando al caracter de Dios. (Génesis 18:25)

- Suplicando las promesas de Dios. (Exodo 32:13-14)

- Con alabanza y acción de gracias. (Salmo 100:4)

- Con un corazón compasivo por los demas. (Proverbios 21:13)

- En fe. (Mateo 21:22).

- Con confianza. (Hebreos 4:16).

Jesús hizo de la oración una prioridad incluso más importante que la comida (Mateo 4:2), el dormir (Lucas 6:12), y ministrar (Lucas 5:15-16). dejo mucho tiempo para orar (Marcos 1:35, Mateo 14:23) y oraba especialmente cuando se enfrentaba a desiciones importantes, (Lucas 6:12-15).

La oración privada.

Daremos algunas ayudas para lograr que tu momento intimo con Dios sea lo más importante del día. Cuando te dispongas a orar en privado, es bueno escoger una hora del día en que nadie te pueda interrumpir, asegúrate que tengas el tiempo suficiente para estar delante de Dios. Relájate y enfoca tu atención en Dios y en las cosas celestiales, la alabanza y adoración previa puede ayudarte, tambien una lectura breve de la Palabra de Dios.

Debes estar libre de pecado voluntario, este entorpece nuestra relación con Dios. Confiesa cualquier pecado que el Espíritu Santo te muestre y recibe con fe el perdón de Dios. También toma tiempo para perdonar a otros que te hayan ofendido o hecho daño.

Ora para que el Espíritu Santo te llene hasta rebosar. (Efesios 5:18), pídele que ayude a guiar tu vida y que te de poder para enfrentar todas las situaciones que se presenten en tu vida a diario.

Esta atento a lo que Dios responderá, espera un momento después de terminado tu momento de oración, con seguridad Dios te hablará.

Se determinado a seguir con tu comunión intima con Dios, no importa los problemas que puedan surgir. Mucha gente falla por no seguir con sus momentos de oración. habra días en que sentiras que Dios se ha alejado de tí, continua siempre en oración y Dios te bendecirá y te acercara aun más a Él.

Habla con normalidad y naturalidad a Dios, no necesitas usar un lenguaje religioso, Dios es tu Padre y te ama por ser tu mismo. Aproximate siempre a la oración con fe en Dios. Ora por tus necesidades personales y las de otros, ora de manera específica, Dios quiere darte respuestas específicas a tus oraciones. Una lista de oración quizas pueda ayudar, tambien debes permitir que el Espíritu Santo te guie.

En tus momentos de oración ayuda mucho intercalar alabanzas, adoración y acción de gracias a Dios, especialmente por las oraciones contestadas. La oración contestada fortalece tu fe, por tanto esta atento a las respuestas de Dios.

La oración puede ser acompañada de vez en cuando con ayuno, esto no es para ofrecer un sacrificio que agrade a Dios sino que es sencillamente una manera de negarte y disciplinarte para que haya menos de tí y más de entrega a Dios.

La oración y las verdades de la Palabra de Dios estan vinculadas con una unión inseparable. Al orar tenemos la certeza de que veremos la respuesta de Dios. (1 Juan 5:14-15). Es de vital importancia que pasemos tiempo con Dios y su Palabra. Recuerda, la oración puede alcanzar cualquier necesidad, la oración nos vincula con las posibilidades ilimitadas de Dios. (Jeremias 33:3; Salmo 2:8).